martes, 6 de septiembre de 2011

EL DIEGO DE LA CUMBIA..!!
Afuera cantan “Que de la mano, de Maradona, todos la vuelta vamos a dar”. El estadio es una tribuna alentando a la Selección. A unos metros, en los pasillos y rumbo al escenario, está Pablo Lescano todo vestido de Argentina. Lo acompañan sus músicos, amigos de siempre y nuevos, papá, mamá, hermana. El tipo besa a sus hijos, a su mujer, toma coraje, arenga desde afuera y sale a la cancha. Es su noche y el estadio Luna Park explota de cumbia villera. Todo es Maradoniano, de los gestos al origen, y con el éxito en un género siempre juzgado que, sin embargo, hoy se exporta.


Lescano es el destructor de prejuicios y el que le abrió las puertas del mundo a la cumbia villera. Viene de tocar en los Estados Unidos y es el artista tropical que todos quieren en sus discos, desde Calamaro a Los Fabulosos Cadillacs. Esto se ratificó en su regreso al Luna. Lo acompañaron invitados ajenos al mundo tropical como Lito Vitale, Dante Spinetta o el folclorista Yuyo Gonzalo. También, claro, cumbieros de ayer y hoy, como Néstor en Bloque, Víctor Hugo y los Bengalas o A Geder. Sólido y con una banda que, entre otras cosas, tiene una de las mejores secciones de vientos del país, con Hugo Lobo y Martino Gesualdi de Dancing Mood junto a Dany de la Cruz, un histórico de la banda.


El fútbol está siempre presente en la ropa deportiva de los músicos y la gente. “Muchas remeras de la Selección, como debe ser. No le tenían fe al Diego, eh. ¿Ahora quién lo para? Para vos, Dieguito, con cariño, esto es el Luna Park…



CUMBIA VILLERA

La denominación "cumbia villera" surge para identificar un tipo de música cuyos autores, intérpretes y personajes de sus letras pertenecen o pertenecieron al mundo de poblamientos carenciados, históricamente conocidos con la cruda y contundente denominación "villas miserias", y actualmente llamados barrios o villas de emergencia. Que las villas hayan dejado de ser miserables para pasar a ser carenciadas o emergentes, indica el grado de negación de la sociedad y sus referentes políticos y culturales para no mirar lo que siempre estuvo ahí. Musicalmente la cumbia villera se nutre de la clásica cumbia colombiana y de otros ritmos, conocidos en la Argentina como "tropicales", siendo el producto final un nuevo género, fácilmente identificable y empaquetable para el consumo. Comenzó a escucharse a mediados de los años 90 a través de grupos como Amar Azul y Ráfaga, entre otros. Pablo Lescano, músico que nació y creció en un villa y a quien se señala como iniciador de la cumbia villera, tuvo entonces una idea básica y perfecta: si la cumbia es el género más escuchado en la villa, ¿por qué no describir lo que se vive dentro de ella? Así compuso letras descarnadas y directas con el conocimiento que otorga ser parte del contexto. Su idea fue todo un éxito y cuenta en su haber con la creación de varios grupos musicales. La cumbia villera ha trascendido las fronteras y actualmente se baila y escucha en numerosos países, especialmente los limítrofes.